martes, 12 de junio de 2012

El tiempo se te reirá en la cara

Por una vez quiero escribir en serio.
Hoy se cumplen diez años del segundo mayor papelón en la historia del fútbol argentino: la primera vez que la Selección se quedó afuera de los mejores 16 del mundo en un Mundial (el otro papelón fue quedarse afuera de las eliminatorias para Mexico 1970, en la cancha de Boca, terceros en un grupo de tres, contra rivales de fuste (?) como Bolivia y Perú)

En 1998 España hizo un papelón (uno más en su historia) en el Mundial de Francia. Eliminado y vapuleado en un grupo muy accesible (Nigeria, Paraguay y Bulgaria eran sus rivales), su DT, Javier Clemente, fue recibido con pancartas y títulos en los diarios de clara reprobación: "Javi, piérdete". No lo echaron, apostaron a una "continuidad de un proyecto" y que dirija la Euro 2000, en cuyo grupo clasificatorio tenía a Austria, Israel, Chipre y San Marino. En su primer partido cayó 3-2 ante el poderosísimo (?) Chipre. Lo echaron a patadas, obviamente, y lo reemplazó Camacho.

En 2002 la Argentina protagonizó el peor papelón de su historia deportiva en fases finales de un Mundial: quedó por debajo de los 16 mejores en un grupo accesible (Inglaterra quizás no era tan fácil, pero Suecia y Nigeria sí), con un fútbol supuestamente ofensivo consistente en tirar centros, tener la pelota sin saber qué hacer con ella, correr sin ideas y marcar sólo dos goles en tres partidos (uno de ellos, ilícito). Todo gracias a los caprichos de un DT que en vez de llevar a Riquelme o a Saviola (que la rompían en ese momento, fue su pico de rendimiento) prefirió "hacer sus propias apuestas" (léanlo como les guste), y que se negaba a escuchar sugerencias desde afuera de su círculo íntimo (soberbia y autismo).
El DT argentino, Marcelo Bielsa, fue recibido en el aeropuerto con una bandera que decía "Bielsa, el tiempo te dará la razón". Más por imposibilidad económica que por convicción (el desinteresado y ético entrenador quería cobrar su sueldo en dólares en tiempo de pesificación), la AFA continuó el vínculo con el DT, quien luego ganó un sub-23 (Juegos Olímpicos) contra equipos alternativos o con planteles incompletos, ya que los buenos jugadores se niegan a ir a esos torneos por estar de pretemporada con sus equipos (lo malo que habrá sido el nivel que Paraguay fue finalista e Irak semifinalista, todo dicho), y fue segundo en una Copa América en la que todos presentaron equipos B, excepto Argentina y Mexico (que venció a los argentinos en la primera ronda, dicho sea de paso).
Luego de esta "hazaña" (????) renunció por "falta de energías" (léase: sé que voy a seguir fracasando, ya cobré, ya coloqué en la Selección a los jugadores que quería poner, no necesito más). Incluso algunos de sus defensores dijo que el ex DT argentino renunció porque sabía que estaba todo arreglado para que Alemania 2006 quede en manos de un europeo (si hubiera sido al revés se quedaba, deduzco, algo muy ético...)

Cómo les fue en la década siguiente?
España:
Echar al DT de España por una derrota no fue un capricho histérico ni resultadista, fue apostar a empezar algo nuevo. No les fue tan mal: en 2002 los despojó el árbitro (localista) para que avanzara Corea del Sur; en 2006 perdieron en octavos de final contra Francia, que fue subcampeón; y en 2010 fueron campeones del Mundo. Nada mal, no?

Argentina:
Todavía hay quienes se sientan a esperar que el tiempo le dé la razón y piden que vuelva el DT responsable del segundo mayor fracaso de la historia argentina en Mundiales. Y lo hacen a través de su prensa adicta, que es curiosamente mucha. La misma que pide, ante cualquier derrota, que echen a un DT... si no es él.
Así nos ha ido desde entonces. Claro, mejor que en ese papelón (peor sería imposible). Pero naufragando en la nada, y teniendo jugadores como Messi o Agüero... Esa es la herencia que nos legó aquél al que "el tiempo le dará la razón". La destrucción de la Selección Argentina, de la idea de juego, y la inexplicable existencia de viudas de un pésimo juego que encima carecía de resultados, sólo porque el sujeto en cuestión declara con palabras floridas (venta de humo).

Seguimos venerando "derrotas dignas". Y en eso nos convertimos. En grandes fracasados que festejamos campeonatos morales y le echamos la culpa de nuestros fracasos a la mala suerte o al otro, sea quien fuere. La argentinidad al palo.

Ni olvido ni perdón, jamás, para ese gigantesco papelón.
Miremos, por una vez, cómo le fue al que tomó el camino diametralmente opuesto al nuestro. Y pensemos a quién le dio la razón el tiempo. Pista: no es a nosotros.

No hay comentarios: