Hay que ser muy mal bicho para ponerle "Drogón" a un hijo. Con él, la presunción de inocencia no corre. Y más sorete todavía, el funcionario que aceptó el nombre.
Quiero creer que le pusieron "Dragón" y La Nación pifió.
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2 comentarios:
Jajajajaja terrible, espero no conocer nunca a Drogón (?).
Saludos.-
Gonza, Drogón está donde menos lo esperás...
Gracias por pasar!
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