Una minoría cree que Maradona puede ser, como entrenador y líder de grupo, algo parecido a lo que fue como jugador. Tengo la amarga certeza de que no será nada positivo.
Creo necesario dejar escrita sintéticamente (al estilo Pajashare) una opinión al respecto.
Maradona fue designado como DT por el síndrome de Litto Nebbia y La Balsa.
Qué quiero decir con esto? Pretendemos que un éxito que tuvo lugar hace largo rato se repita como si el tiempo fuera inmutable, y que tenga vigencia en ámbitos distintos al propio. Y no, no lo es. No somos jóvenes por siempre (ni nosotros ni él), ni las circunstancias del entorno son tan fácilmente repetibles.
Nadie, ni el más fanático, reservaría una fecha en la cancha de River para un recital de Litto Nebbia. Nadie puede creer que Maradona, que no puede conducir su propia vida sin trastabillar, tenga la capacidad de manejar un grupo de gente con las veleidades propias de las figuras principales de un cabaret, y con las dificultades madurativas emocionales de los posadolescentes que son.
Hoy Maradona se parece más (como leí en algún comentario de un blog) al Homero Simpson elegido de los Magios: un líder que carece de aptitud para el cargo y que terminará hundiendo lo que toque, sea por aburrimiento ante el sí fácil, sea por su propia incapacidad para tomar decisiones que guíen al éxito.
La vida no es matemática.
Y si lo fuera, me iría ya mismo a correr maratones como si tuviera el aire y el físico de mis 15 años. Vayan llamando al SAME.
No hay comentarios:
Publicar un comentario